Puertos, puertos de merinas y puertos pirenaicos

Recientemente, se ha publicado en Diario de León un artículo sobre una especie de mariposa cuya población, en fase larvaria, ha crecido en forma de plaga en algunos puertos de Babia y Luna, indicando que “devora los pastos pirenaicos”. Algún lector asombrado preguntaba “¿pirenaicos en León?”.

Cueta

Y es que este término es utilizado, evidentemente, de forma incorrecta por la Administración, y su uso se ha contagiado a otros ámbitos. Desconocemos por qué en los documentos del gobierno regional, principalmente, se hace referencia a puertos o pastos pirenaicos.

En el Diccionario de la Real Academia Española se puede leer en la acepción octava de la entrada “puerto”: “En el Concejo de la Mesta, pastos de verano”. Quizá no queda claro que un puerto es lo que es, y se pueda confundir con alguna de las siete acepciones anteriores, especialmente con la tercera “paso entre montañas”.

Pero aunque pensemos que los académicos de la Real Academia no hayan pisado un puerto en su vida, podemos leer en el Libro Blanco de la Trashumancia en España: “Los pastos de agostada, agostaderos o estivaderos son los pastos en los que el ganado permanece los meses estivales, desde el mes de junio hasta la llegada del otoño. Muy frecuentemente corresponden a zonas de montaña, por lo que también reciben el nombre de pastos de puerto o, simplemente, puertos.»

Rebaño

Incluso podemos buscar documentos más antiguos, como la descripción que hace Juan Dantín Cereceda en 1942 en el Boletín de la Real Sociedad Geográfica de la Cañada Real de La Vizana, donde hace referencia al Puerto de la Mesa o puerto de Bahabrán, puertos de Valdeburón, etc.

También en textos más modernos, como el libro de Manuel Rodríguez Pascual “La trashumancia, cultura, cañadas y viajes” podemos encontrar frases como: “Los puertos administrados en León por la Sección de Medio Natural suman alrededor de 165, a los que hay que añadir otros 155 pastos sobrantes”, o también: “Si analizamos los puertos –mal llamados puertos pirenaicos en el argot de la Administración– que cada año…”. En este documento se puede encontrar también la referencia a puertos de merinas, término que al menos hace referencia al uso que estos pastizales han tenido tradicionalmente.

Orbia

Así pues, esperamos que quede aclarado el uso correcto de este término y no suceda de nuevo un suceso como el protagonizado por el botánico alemán Carl Ludwig von Willdenow que puso nombre científico al roble melojo (Quercus pyrenaica) tan sólo a través de un pliego de herbario que le llegó etiquetado de Pirineos, aun cuando esta especie apenas está presente en esos montes.

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Estudio de pastos en Babia

Hoy hemos comenzado de nuevo con el estudio de caracterización de pastizales que estamos haciendo en la Reserva de la Biosfera de Babia. El trabajo se inició en 2011 en la Reserva, diseñando un protocolo para conocer la productividad, calidad y diversidad de los pastizales de montaña.

Vistas

Vistas del monte de Torre de Babia

Mediante un convenio que firmamos con el Consorcio para la Gestión y Administración de la Reserva de la Biosfera de Babia nos encargamos de la toma de muestras anual. Para ello elegimos una zona en siete puertos de merinas, y delimitamos una superficie de 2x2m. Una vez marcada, cortamos a ras de suelo la vegetación existente, como si fuéramos una oveja, y recogemos esta hierba. Más tarde, la pesaremos, tanto en húmedo, como seca para conocer la productividad del pastizal. También vallamos este espacio, para evitar que las ovejas entren a pastar durante el verano, y poder realizar la misma operación en septiembre.

Antes

Antes del «pastoreo»

Despues

Después del «pastoreo»

También utilizamos una cuadrícula de 1x1m que utilizamos para calcular la diversidad, mediante la abundancia relativa de cada especie. Y por último, a partir de esta diversidad se puede calcular el valor pastoral del pasto, un índice que nos permite saber cómo de bueno es este pasto. Pero esto lo dejamos para una próxima entrada.

De momento, nos deleitamos con alguna de las maravillas que nos encontramos hoy en el puerto de merinas de Las Verdes, en Torre de Babia.

Jasione laevis

Jasione laevis Lam.

Tragopogon porrifolius

Tragopogon porrifolius L.

Pliegues

Pliegues de La Cervata

Parque Natural de Babia y Luna

El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) ha publicado el Decreto 7/2014, de 20 de febrero, por el que se aprueba el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del Espacio Natural Babia y Luna (León) tras el visto bueno del Consejo de Gobierno de la Junta la semana pasada.

El PORN es un instrumento de ordenación del territorio que establece directrices y define los criterios y normas básicas para regular la gestión y uso de los recursos naturales de la zona, que constituye una representación de los ecosistemas de la Cordillera Cantábrica. El Plan beneficia a los municipios de San Emiliano y Sena en su totalidad, y parcialmente a los municipios de Los Barrios de Luna y Cabrillanes, y abarca una superficie de 57.628 hectáreas del norte de la provincia de León.

Parque Natural de Babia y Luna

El Parque Natural Babia y Luna posee unos elevados valores naturales que le hacen merecedor de una protección. El PORN coincide territorialmente con el espacio protegido Red natura 2000 ‘Valle de San Emiliano’ designado como lugar de importancia comunitaria (LIC) y como zona de especial protección para las aves (ZEPA). En su extremo oriental coincide parcialmente con el LIC ‘Montaña Central de León’ y con las Reservas de la Biosfera de Babia y de los Valles de Omaña y Luna.

Establece una zonificación con diferentes usos para cada zona del espacio natural en función de sus características y valores naturales así como por su mayor o menor vulnerabilidad. En concreto, las citadas zonas de reserva representan unas 6.287 hectáreas) y coinciden con la zona de valor excepcional; las de uso limitado suman 7.758; y las zonas de uso compatible representan el 13,5 por ciento de la superficie total (7.758 hectáreas), e incluyen terrenos particulares ubicados en torno a los núcleos urbanos, mayoritariamente ocupados por pequeños cultivos y amplias áreas de prados en los que el uso agro-ganadero es predominante, y también se sitúa el embalse de los Barrios de Luna. El resto del territorio del PORN se considera zonas de uso general en las que se incluyen las declaradas como urbanas y urbanizables. Representa únicamente el 0,5 por ciento de la superficie total del espacio (310,2 hectáreas).

Fte: Diario de León

La leche y el queso de oveja son mejores en la época de pastoreo

El grupo de investigación Lactiker de la Universidad del País Vasco ha comprobado que la leche obtenida durante la época de pastoreo, y el queso elaborado con ella, tiene un perfil nutricional más saludable debido a la mayor cantidad de algunos ácidos grasos que tienen efectos fisiológicos positivos en el organismo humano.

Los investigadores también han identificado algunos compuestos que podrían servir como ‘marcadores’ de que las ovejas han comido hierba fresca, lo que, de confirmarse, proporcionaría una manera objetiva de asegurar que esos productos lácteos concretos provienen de pastoreo.

El pastoreo durante la primavera y verano es la forma tradicional de manejo de la cabaña ovina en el País Vasco, mientras que durante los meses de otoño e invierno, cuando la cantidad de hierba ya no es suficiente, los rebaños se mantienen en el establo con pienso. Desde hace varios años, el grupo Lactiker estudia cómo varía la calidad nutricional en ambas condiciones, en colaboración con Neiker y la asociación Artzai-Gazta adscrita a la Denominación de Origen Queso Idiazabal.

Ovejas en Huergas de Babia Ovejas en Huergas de Babia

Los resultados de estas investigaciones, publicados en revistas científicas internacionales del sector lácteo, son de interés tanto para los productores como para los consumidores, ya que, según demuestran, la leche obtenida durante la época de pastoreo, y el queso elaborado con ella, tiene un perfil nutricional más saludable debido a la mayor cantidad de algunos ácidos grasos que tienen efectos fisiológicos positivos en el organismo humano.

Entre ellos, por ejemplo figuran los ácidos grasos insaturados –incluyendo los poliinsaturados, el ácido ruménico, y los omega-3 de cadena larga– aumentan considerablemente en el queso elaborado con leche ‘de pasto’, cuando se compara con el queso elaborado con leche ‘de estabulación’, es decir, de animales alimentados con forraje y piensos concentrados.

Estos ácidos grasos insaturados tienden a disminuir los triglicéridos y las lipoproteínas de baja densidad portadoras del llamado ‘colesterol malo’ en la sangre de las personas que los ingieren. Además, en la leche ‘de pasto’ disminuye mucho la cantidad de ácidos grasos saturados, principalmente de los que contribuyen al desarrollo de enfermedades cardiovasculares. No obstante, es necesario recordar que no todos los ácidos grasos saturados tiene ese efecto fisiológico negativo.

El equipo también ha observado una mayor cantidad de otros compuestos químicos que provienen de la hierba fresca y que tienen alta actividad antioxidante, como son los retinoides –el b-caroteno o precursor de la vitamina A–, los tocoferoles –como la vitamina E– y algunos terpenoides. La existencia concreta de algunos de estos compuestos podría servir como ‘marcador’ de que las ovejas han comido hierba fresca, lo que, de confirmarse, proporcionaría una manera objetiva de asegurar que esos productos lácteos concretos provienen de pastoreo.

Aunque hay muchos factores que los ganaderos no pueden controlar, como el momento y la cantidad de lluvia que influye mucho en que la hierba sea tierna y nutritiva, estas diferencias en la calidad nutricional de la leche y el queso se mantienen año tras año. Se puede decir que es un efecto reproducible.

Por otra parte, para mejorar la calidad nutricional de la leche producida a base de concentrados durante el invierno, el grupo Lactiker ha investigado en los últimos años la inclusión en la formulación de esos concentrados de algunos subproductos agrícolas locales. Entre ellos, las tortas resultantes de la extracción de aceite por prensado de semillas de colza o de girasol, que son las que mejores resultados han dado para la alimentación de las ovejas.

Así, han comprobado que con esos piensos se puede aumentar en la leche la concentración de los ácidos grasos que tienen efectos positivos, además de disminuir la concentración de los ácidos grasos saturados con efectos negativos.

Además, la utilización de esos subproductos agrícolas locales en concentrados, en vez de la soja habitual, reduciría el coste de la alimentación de los animales en invierno, a la vez que mejoraría la calidad nutricional de la leche.

Además, no compite con la alimentación humana –como sería el caso de utilizar directamente las semillas o los aceites correspondientes–, por lo que su uso no influiría en el coste de determinados productos alimentarios, y reduciría el impacto ambiental de la producción de estos aceites al reutilizar esos subproductos. Así, la calidad nutricional de la leche, que ya de por sí es muy alta, podría mejorar sustancialmente, sobre todo en invierno, disminuyendo las diferencias entre las épocas del año.