Concluyen las acciones para favorecer el hábitat del urogallo cantábrico en Murias de Paredes

La asociación La Vizana ha finalizado un conjunto de actuaciones destinadas a mejorar el hábitat del urogallo cantábrico en la localidad leonesa de Murias de Paredes, ubicada en la Reserva de la Biosfera de Omaña y Luna.

El proyecto, desarrollado en el marco del proyecto LIFE+ Urogallo cantábrico, que coordina la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ha logrado favorecer 10 hectáreas de esta zona para contribuir a la conservación del urogallo cantábrico.


El acuerdo suscrito por esta entidad sin ánimo de lucro y la Junta Vecinal de Murias de Paredes, propietaria de los terrenos, se enmarca en el programa  de custodia del territorio del proyecto. Esta herramienta implica a los propietarios y usuarios del territorio en la conservación y buen uso de los recursos naturales, culturales y paisajísticos.

En la cordillera Cantábrica el abandono del medio rural ha provocado una transformación del ecosistema hacia estructuras forestales más densas que dificultan el crecimiento de las arandaneras y la fructificación de otras especies presentes en la dieta del urogallo.

Para propiciar un entorno más favorable para el urogallo, en Murias de Paredes se han llevado a cabo desbroces manuales y selectivos que permitirán una mayor regeneración del sotobosque y el arándano, alimento clave para la especie. También se han  favorecido especies arbóreas como el abedul, el serbal y el roble.

Además, se ha reducido la superficie de especies competidoras con el arándano, como son los brezos, escobas y piornos, mediante un sistema selectivo de desbroces.

Los trabajos se han realizado de forma manual para evitar un mayor deterioro del suelo y erosión hídrica, que puede producirse con los trabajos mecanizados.

Esta acción de custodia del territorio ha logrado la implicación de diversos ganaderos de la localidad de Murias de Paredes en la conservación del urogallo cantábrico.

La custodia del territorio, aliada del urogallo

Con esta iniciativa, el programa de custodia del territorio del LIFE+ Urogallo cantábrico ha logrado la puesta en marcha de 19 proyectos y la firma de 29 acuerdos de custodia del territorio para mejorar el ecosistema del urogallo cantábrico.

La colaboración entre propietarios de fincas y entidades de custodia del territorio ha permitido la puesta en marcha de actuaciones de restauración y mejora de hábitat, prevención de incendios e iniciativas vinculadas a la actividad cinegética y los usos tradicionales del territorio.

El proyecto, coordinado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, está cofinanciado al 50% por la Unión Europea a través de los fondos LIFE+, y cuenta como socios con las Comunidades Autónomas Cantabria, Principado de Asturias y Castilla y León, esta última a través de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León; el Consorcio Interautonómico para la gestión coordinada del Parque Nacional de los Picos de Europa; SEO/BirdLife y Tragsa y Tragtasec y con la financiación del Organismo Autónomo Parques Nacionales y la Fundación Iberdrola España.

 

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La leche y el queso de oveja son mejores en la época de pastoreo

El grupo de investigación Lactiker de la Universidad del País Vasco ha comprobado que la leche obtenida durante la época de pastoreo, y el queso elaborado con ella, tiene un perfil nutricional más saludable debido a la mayor cantidad de algunos ácidos grasos que tienen efectos fisiológicos positivos en el organismo humano.

Los investigadores también han identificado algunos compuestos que podrían servir como ‘marcadores’ de que las ovejas han comido hierba fresca, lo que, de confirmarse, proporcionaría una manera objetiva de asegurar que esos productos lácteos concretos provienen de pastoreo.

El pastoreo durante la primavera y verano es la forma tradicional de manejo de la cabaña ovina en el País Vasco, mientras que durante los meses de otoño e invierno, cuando la cantidad de hierba ya no es suficiente, los rebaños se mantienen en el establo con pienso. Desde hace varios años, el grupo Lactiker estudia cómo varía la calidad nutricional en ambas condiciones, en colaboración con Neiker y la asociación Artzai-Gazta adscrita a la Denominación de Origen Queso Idiazabal.

Ovejas en Huergas de Babia Ovejas en Huergas de Babia

Los resultados de estas investigaciones, publicados en revistas científicas internacionales del sector lácteo, son de interés tanto para los productores como para los consumidores, ya que, según demuestran, la leche obtenida durante la época de pastoreo, y el queso elaborado con ella, tiene un perfil nutricional más saludable debido a la mayor cantidad de algunos ácidos grasos que tienen efectos fisiológicos positivos en el organismo humano.

Entre ellos, por ejemplo figuran los ácidos grasos insaturados –incluyendo los poliinsaturados, el ácido ruménico, y los omega-3 de cadena larga– aumentan considerablemente en el queso elaborado con leche ‘de pasto’, cuando se compara con el queso elaborado con leche ‘de estabulación’, es decir, de animales alimentados con forraje y piensos concentrados.

Estos ácidos grasos insaturados tienden a disminuir los triglicéridos y las lipoproteínas de baja densidad portadoras del llamado ‘colesterol malo’ en la sangre de las personas que los ingieren. Además, en la leche ‘de pasto’ disminuye mucho la cantidad de ácidos grasos saturados, principalmente de los que contribuyen al desarrollo de enfermedades cardiovasculares. No obstante, es necesario recordar que no todos los ácidos grasos saturados tiene ese efecto fisiológico negativo.

El equipo también ha observado una mayor cantidad de otros compuestos químicos que provienen de la hierba fresca y que tienen alta actividad antioxidante, como son los retinoides –el b-caroteno o precursor de la vitamina A–, los tocoferoles –como la vitamina E– y algunos terpenoides. La existencia concreta de algunos de estos compuestos podría servir como ‘marcador’ de que las ovejas han comido hierba fresca, lo que, de confirmarse, proporcionaría una manera objetiva de asegurar que esos productos lácteos concretos provienen de pastoreo.

Aunque hay muchos factores que los ganaderos no pueden controlar, como el momento y la cantidad de lluvia que influye mucho en que la hierba sea tierna y nutritiva, estas diferencias en la calidad nutricional de la leche y el queso se mantienen año tras año. Se puede decir que es un efecto reproducible.

Por otra parte, para mejorar la calidad nutricional de la leche producida a base de concentrados durante el invierno, el grupo Lactiker ha investigado en los últimos años la inclusión en la formulación de esos concentrados de algunos subproductos agrícolas locales. Entre ellos, las tortas resultantes de la extracción de aceite por prensado de semillas de colza o de girasol, que son las que mejores resultados han dado para la alimentación de las ovejas.

Así, han comprobado que con esos piensos se puede aumentar en la leche la concentración de los ácidos grasos que tienen efectos positivos, además de disminuir la concentración de los ácidos grasos saturados con efectos negativos.

Además, la utilización de esos subproductos agrícolas locales en concentrados, en vez de la soja habitual, reduciría el coste de la alimentación de los animales en invierno, a la vez que mejoraría la calidad nutricional de la leche.

Además, no compite con la alimentación humana –como sería el caso de utilizar directamente las semillas o los aceites correspondientes–, por lo que su uso no influiría en el coste de determinados productos alimentarios, y reduciría el impacto ambiental de la producción de estos aceites al reutilizar esos subproductos. Así, la calidad nutricional de la leche, que ya de por sí es muy alta, podría mejorar sustancialmente, sobre todo en invierno, disminuyendo las diferencias entre las épocas del año.